¡Las orejas del caballo tienen doble función!
¿Sabías que las orejas de un caballo tienen una doble función? además de escuchar, también las utilizan para expresar su estado de ánimo.
Destaquemos 6 posiciones básicas:
Orejas tiesas y en movimiento
Es el estado de alarma natural del caballo. Es la posición normal de cualquier caballo de la que no debemos preocuparnos.
Orejas flojas o caídas
Esto puede deberse a tres cosas. La primera puede estar ligada al cansancio del animal o que esté triste, la segunda puede deberse a la sumisión ante un rival más fuerte y dominante, y la tercera y última puede indicar que el caballo está enfermo, pero en este caso sin ningún tipo de movimiento.
Orejas erguidas hacia delante
Muestra desconfianza hacia algo o alguien que desconoce, hay que tener cuidado porque no sabemos cómo puede reaccionar.
Orejas hacia atrás
Significa sumisión y suele darse en caballos jóvenes cuando se empieza a montarlos. Si vemos esta posición en un caballo de avanzada edad puede ser que tema a su jinete por ser demasiado tosco con él.
Orejas pegadas a la nuca
Ten cuidado con esta posición. Indica agresividad hacia otro caballo, animal o persona.
Una oreja hacia delante y otra hacia atrás
Expresa duda. Si su jinete intenta explicarle algo nuevo, significa que no lo ha entendido bien, por lo que deberá explicárselo de nuevo.
¿Conoces otro dato curioso de los caballos? ¡Te leemos!
¡Las orejas del caballo tienen doble función!
¡Las orejas del caballo tienen doble función!
Inicialmente, es esencial conocer las características de los mejores caballos para competir.
Además de su velocidad, es vital considerar su resistencia y entrenamiento.
Por otro lado, algunos caballos tienen un linaje de campeones, lo que puede influir en su desempeño.
Sin embargo, no solo la genética juega un papel; el entrenamiento adecuado es crucial.
Por supuesto, la elección de un buen jinete también es determinante para el éxito.
Después de seleccionar el caballo ideal, es recomendable invertir en un buen equipo de competencia.
Mientras que algunos prefieren caballos jóvenes, otros buscan experiencia en la pista.
Finalmente, más allá de la competición, es esencial que el caballo y el jinete tengan una buena relación y conexión.