¡El toro de lidia es un animal hipermétrope!
¡El toro de lidia es un animal hipermétrope!
¡El toro de lidia es un animal hipermétrope!
Inicialmente, es esencial conocer las características de los mejores caballos para competir.
Además de su velocidad, es vital considerar su resistencia y entrenamiento.
Por otro lado, algunos caballos tienen un linaje de campeones, lo que puede influir en su desempeño.
Sin embargo, no solo la genética juega un papel; el entrenamiento adecuado es crucial.
Por supuesto, la elección de un buen jinete también es determinante para el éxito.
Después de seleccionar el caballo ideal, es recomendable invertir en un buen equipo de competencia.
Mientras que algunos prefieren caballos jóvenes, otros buscan experiencia en la pista.
Finalmente, más allá de la competición, es esencial que el caballo y el jinete tengan una buena relación y conexión.
Hipermétrope es una deficiencia en la visión en cercanías y una visión normal a distancia. El toro de lidia, tiene este padecimiento y se cree que también tiene un poco de astigmatismo. El ojo del toro puede incluso girar sobre sí mismo debido a la gran movilidad que tiene en el músculo recto posterior del globo ocular.
En la retina del ojo de este aniam se aprecia el poco desarrollo de los conos (células sensibles a la luz que se encuentran situadas en la retina de los vertebrados) y el incremento de los bastones, los cuales son células fotorreceptoras de la retina responsables de la visión en condiciones de baja luminosidad.
En esta especia existe una mala percepción de los colores y una falta de matización de las tonalidades y hasta ceguera para algunos colores. El toro presenta un área de ceguera posterior con ángulo de 108 grados a 110 grados. El campo de visión uniocular queda reducido a 115 grados para cada ojo y el binocular, en horizontal es de 20 grados y en vertical hacia el suelo, 60 grados. Se puede decir que la visión uniocular es amplia pero no binocular.
El cono de ceguera anterior tiene una longitud, en horizontal de 90 a 125 cm, y en vertical hacia el suelo de 60 grados. Como consecuencia del entrecruzamiento de los ángulos de visión queda una zona de forma cónica y de base frontal, existente inmediatamente delante del animal, que es de ceguera absoluta.